Co2

En el cultivo en interiores de cannabis el Co2 juega un papel importante, ya que esto es lo que respiran las plantas de día. Por lo tanto, es importante no solo comprar Co2 sino saber cómo utilizarlo correctamente en nuestro armario de cultivo, de modo que las plantas puedan desarrollarse correctamente. No olvidemos que el Co2 hace que las células de la planta se multipliquen con mayor velocidad y si se aplica a la floración se obtienen flores gruesas.

Métodos para añadir Co2 en cultivo de interiores

Hay varios métodos para añadir Co2 a los cultivos, uno de los más populares son las tabletas de CO2. Su uso es bastante simple, solo hay que añadirlas a la solución nutritiva, administrar vía foliar o también se puede irradiar en el ambiente por efervescencia.

Ahora los más experimentados en el cultivo de interiores suelen usar un controlador de dióxido de carbono y bombas de CO2 con un regulador con electroválvula. Esta es una gran forma de controlar en todo momento los niveles de dióxido de carbono en el cultivo. Además, hay modelos que te permiten conectar otros componentes para tu cultivo indoor.

Otra forma de añadir dióxido de carbono a nuestro cultivo es utilizando el regulador de CO2 con electroválvula. Como su nombre indica se utiliza para controlar el dióxido de carbono, así que puedes administrar tú mismo el CO2 cuando creas que es necesario.

Dicho esto, y exceptuando cuando usas las tabletas de CO2 en el agua de riego o vía foliar, se recomienda utilizar siempre un ventilador al administrar dióxido de carbono. Debido a que esto ayuda a que el mismo se distribuya de forma uniforme en toda el área de cultivo.

¿Cuáles son los niveles óptimos de dióxido de carbono en el cultivo indoor?

Esto depende de la etapa en la que se encuentre la planta. Si hay un exceso de CO2 sería un desperdicio de gas y un bloqueo en el cultivo. Además, en caso de niveles altos y continuados pueden matar a la planta.

Durante la etapa de crecimiento no es común aportar CO2, aunque hay casos donde puede ayudar como en salas de madres y crecimientos prolongados. Lo normal es que el dióxido de carbono se añade a partir de 2 semanas de crecimiento y no debe ser mayor a los 400-600 ppm.

En la etapa de floración, es cuando normalmente se suele aportar CO2 a los cultivos, en concreto entre la semana 2 o 3 de floración. No se puede hacer en la etapa de prefloración, donde cambia de crecimiento a floración, ya que hacerlo puede hacer que se descontrole en tamaño.