Las setas alucinógenas, también conocidas como hongos mágicos o psilocibios, han sido utilizadas durante siglos en rituales espirituales y por sus efectos psicoactivos. Estas setas contienen psilocibina, una sustancia que al ser ingerida se transforma en psilocina, la cual actúa sobre el cerebro alterando la percepción, las emociones y la cognición.
En los últimos años, ha aumentado el interés por las setas alucinógenas en el ámbito terapéutico, e incluso se ha impulsado la despenalización o legalización de su uso en algunos lugares. Sin embargo, como cualquier sustancia psicoactiva, su consumo no está exento de riesgos.
Es importante conocer las posibles consecuencias a corto y largo plazo que pueden afectar al cuerpo y la mente, así como tomar precauciones para minimizar los peligros potenciales.
Efectos de las setas alucinógenas a corto plazo
Los efectos de las setas alucinógenas suelen manifestarse entre 20 y 40 minutos después de su consumo y pueden durar entre 4 y 8 horas, aunque esto varía según la dosis, el tipo de seta ingerida y por supuesto la tolerancia de cada individuo.
Consecuencias físicas del uso de setas alucinógenas
- Malestar estomacal. Las náuseas y los vómitos son comunes, especialmente durante la primera hora.
- Cambios en la temperatura corporal. Sudoración o escalofríos repentinos.
- Dilatación de las pupilas. Las pupilas se agrandan, lo que puede provocar sensibilidad a la luz.
- Alteraciones cardiovasculares. Aumento del ritmo cardíaco y la presión arterial.
- Problemas de coordinación. Dificultad para coordinar movimientos y mantener el equilibrio.
Impacto emocional del consumo de setas alucinógenas
- Alucinaciones. Se puede experimentar leves distorsiones visuales hasta alucinaciones vívidas y complejas, tanto visuales como auditivas.
- Distorsión sensorial. Puedes sentir alteración en la percepción del tiempo y el espacio. Además, colores mucho más intensos y sonidos amplificados.
- Cambios emocionales. Euforia, alegría y sensación de bienestar, pero también ansiedad, paranoia y miedo intenso, especialmente si la experiencia se vuelve desagradable (“bad trip”).
Estos efectos pueden ser leves e intensos, depende de muchos factores, lo que deja ver que las setas alucinógenas ofrecen una experiencia impredecible.
Riesgos a largo plazo asociados con setas alucinógenas
Aunque los efectos inmediatos de las setas alucinógenas desaparecen en cuestión de horas, su consumo puede tener consecuencias a largo plazo en la salud mental, la cognición y la vida social, los cuales explicaremos a continuación.
Efectos en la salud mental tras el consumo de setas alucinógenas
- HPPD (Trastorno Perceptivo Persistente por Alucinógenos). Un trastorno poco común en el que se experimentan flashbacks o “resacas” de la experiencia con alucinógenos, incluso mucho tiempo después de haberlos consumido. Los síntomas pueden incluir distorsiones visuales, ansiedad e inestabilidad emocional.
- Agravar condiciones preexistentes. Las setas alucinógenas pueden empeorar los síntomas de trastornos mentales como la ansiedad, la depresión, el trastorno bipolar y la esquizofrenia, especialmente en personas predispuestas genéticamente o con historial familiar.
Posibles efectos cognitivos
- Problemas de memoria y concentración. Aunque la evidencia científica aún es limitada, algunos estudios sugieren que el consumo frecuente de hongos mágicos podría estar relacionado con dificultades de memoria a corto plazo, problemas de concentración y disminución del rendimiento cognitivo general.
- Dificultades para el aprendizaje. La alteración de la función cognitiva podría afectar negativamente la capacidad de aprendizaje, especialmente en personas jóvenes cuyo cerebro aún se está desarrollando.
Impacto en la vida social
- Aislamiento social. El consumo frecuente de hongos alucinógenos puede llevar al aislamiento social, ya que la persona puede tener dificultades para relacionarse con los demás o participar en actividades sociales habituales.
- Problemas en las relaciones interpersonales. Las alteraciones emocionales y de comportamiento derivados del consumo pueden generar conflictos familiares, laborales o de pareja.
Es importante destacar que la aparición de estos efectos a largo plazo no es inevitable. Pueden variar en función de la frecuencia, la cantidad que se consume e incluso la predisposición de cada persona, así como el contexto social.
Factores que influyen en el riesgo de hongos mágicos
La intensidad y el tipo de efectos que se experimentan con las setas alucinógenas, así como la probabilidad de sufrir consecuencias negativas, dependen de una serie de factores:
- Dosis. Cuanto mayor sea la dosis, mayor será la intensidad de los efectos y el riesgo de sufrir un “mal viaje” (bad trip) caracterizado por ansiedad, paranoia, miedo intenso y confusión.
- Tipo de seta. Existen diferentes especies de setas alucinógenas, cada una con concentraciones variables de psilocibina y otras sustancias. Algunas especies son más potentes que otras, e incluso setas de la misma especie pueden tener variaciones significativas en su composición química.
- Historial médico. Las personas con historial de enfermedades mentales, especialmente trastornos psicóticos o bipolares, tienen un mayor riesgo de experimentar efectos adversos graves o desencadenar episodios psicóticos.
- Estado mental. El estado de ánimo y la mentalidad previa al consumo influyen significativamente en la experiencia. Si la persona se encuentra ansiosa, estresada o deprimida, es más probable que tenga un “mal viaje” o que los efectos negativos se intensifiquen.
Precauciones a tomar en cuenta antes del uso de setas mágicas
Si a pesar de los riesgos decides experimentar con setas alucinógenas, es de gran relevancia que tomes precauciones para minimizar los peligros potenciales y tener una experiencia lo más segura posible:
- No te automediques. Evita usar setas alucinógenas para tratar problemas de salud mental por tu cuenta. Si estás considerando su uso terapéutico, busca la guía y supervisión de un profesional de la salud mental cualificado. Un experto te indicará si las setas son tu mejor opción o el uso de alguna alternativa.
- Infórmate adecuadamente. Investiga a fondo sobre los diferentes tipos de setas alucinógenas, sus efectos, riesgos y dosificación. Obtén información de fuentes confiables y especializadas en sustancias psicoactivas. De este modo, sabes qué esperar de las setas.
- Asegúrate de un entorno seguro. Este es un aspecto que puede ser determinante en el tipo de experiencia que tendrás. En general, se recomienda que si se decide consumir setas, se haga en un lugar familiar, cómodo y libre de peligros potenciales. Lo ideal es estar rodeado de personas de confianza que puedan brindar apoyo en caso de ser necesario.
- Comienza con dosis bajas. Si eres nuevo en el consumo de setas mágicas, empieza con una dosis baja para evaluar tu tolerancia y sensibilidad a la sustancia. Es mejor ser precavido que arriesgarse a un “mal viaje”.
- Evita mezclar sustancias. Esto es esencial. No combines setas alucinógenas con alcohol, medicamentos u otras drogas, pues la interacción entre sustancias puede ser impredecible y aumentar el riesgo de efectos adversos.
En definitiva, aunque las setas alucinógenas despiertan gran interés por sus efectos psicoactivos y su potencial terapéutico, el consumo del mismo no está exento de riesgos. Conviene que conozcas las consecuencias a corto y largo plazo.
Tal como analizamos, a corto plazo se puede percibir alteraciones sensoriales, emocionales y físicas, que pueden ser impredecibles y variar significativamente según la dosis, el tipo de seta y la persona. A largo plazo, existe la posibilidad de sufrir problemas de salud mental, deterioro cognitivo y dificultades sociales.
Las investigaciones preliminares que señalan sus beneficios son muy escasos o limitados, por lo que es necesario que seas prudente. Infórmate adecuadamente sobre los riesgos, toma precauciones para minimizarlos y, ante cualquier efecto adverso persistente, no dudes en buscar ayuda profesional.