¿Puedo congelar trufas mágicas? 3 Consejos

Actualizado el día 14 junio, 2024 por Rubén Tomás Vidal

El proceso de congelación ayuda a preservar los compuestos activos de las trufas y evita que se deterioren o se vuelvan menos potentes con el tiempo. Al congelar las trufas mágicas, se ralentiza el crecimiento de bacterias y hongos que podrían dañarlas.

Ahora bien, las trufas son algo delicadas con la humedad, ¿cómo se pueden congelar sin que se deterioren y más bien se alargue su vida útil? En este artículo, te ofrecemos varios consejos para que puedas congelar las trufas correctamente.

¿Se pueden congelar las trufas?

Las trufas mágicas se pueden congelar e incluso conservar durante un año en el congelador. Sin embargo, es importante asegurarse de almacenarlas en un recipiente hermético para evitar la formación de cristales de hielo y protegerlas de la humedad.

Cabe destacar que, aunque este es un excelente método de conservación, es posible que las trufas experimenten algunos cambios, por ejemplo, es posible que su aroma se pierda o la textura al descongelarse cambie. Claro, su potencia se mantiene, y ese es el factor más importante.

¿Cómo congelar las trufas mágicas?

Para congelar las trufas es necesario que estén 100% secas, de lo contrario, se puede afectar la potencia de las mismas.

  • Congela individualmente. Este método consiste en envolver las trufas a fin de que puedas protegerlas de las quemaduras del congelador. Para ello puedes envolver con papel de aluminio o una bolsa de congelación con cierre hermético (sin aire y bien sellada).
  • Congela con aceite. Puedes sumergir las trufas secas en aceite o grasa antes de colocarlas en el congelador. Debes colocar la trufa en un recipiente hermético y llenarlo de aceite para que el aire del congelador no lo afecte.

7 Mejores consejos para congelar trufas

Las trufas no se llevan muy bien con la humedad, por lo que es esencial saber congelarlas sin que la humedad las estropee. 

A continuación, compartimos 7 mejores consejos para que logres conservar tus trufas congeladas:

1. Limpieza y Secado

Antes de congelar las trufas, asegúrate de lavarlas suavemente con agua fría para eliminar la suciedad superficial. 

Posteriormente, sécalas cuidadosamente con papel de cocina para eliminar el exceso de humedad. 

2. Congelación Rápida

Si deseas que las trufas se congelen de forma uniforme y rápida, es necesario que las trufas estén separadas entre ellas.

Procede a colocar las trufas mágicas en una sola capa sobre una bandeja, al posicionarlas separadas entre sí aceleras el proceso de congelación, a la vez que contribuyes a que se logre de manera uniforme.

3. Almacenamiento Hermético

Una vez que las trufas estén completamente congeladas, trasládalas a un recipiente hermético, como una bolsa con cierre hermético, para su almacenamiento a largo plazo.

Garantizar un sellado adecuado ayuda a prevenir la exposición al aire y la formación de cristales de hielo no deseados.

4. Sellar bien

El aire puede estropear las trufas aun cuando se almacena en el congelador, por este motivo, se recomienda sellarlas en aceite o grasa antes de congelarlas, ya que es una excelente manera de proporcionar una barrera entre las trufas y el aire.

5. Etiquetado

Etiqueta claramente el recipiente con la fecha de congelación para poder realizar un seguimiento adecuado de la frescura y potencia de las trufas congeladas.

Tener un control del tiempo en que llevan en conservación las trufas, minimiza el riesgo de que la mantengas más del tiempo recomendado en el congelador.

6. Descongelación Controlada

Cuando decidas utilizar las trufas mágicas congeladas, descongélalas lentamente en el refrigerador. 

Evita descongelarlas a temperatura ambiente o con métodos de calor, ya que esto podría alterar su textura y potencialmente comprometer su calidad.

7. Uso Prudente

Una vez descongeladas, debes consumir las trufas lo más pronto posible. Evita someterlas a repetidos ciclos de congelación y descongelación, ya que esto podría afectar negativamente su calidad y potencia.

Por cierto, aunque las trufas se pueden congelar para su conservación, no deben ser tu primer recurso. 

Lo ideal es adquirir las trufas que se van a consumir en un lapso corto, en vez de acumular mucha cantidad y tener que recurrir a la congelación. 

En definitiva, aunque la congelación es un método eficaz para la conservación de las trufas, si no es estrictamente necesario, mejor no lo sometas a este proceso, sino que más bien adquiere la cantidad de trufas que consumirás en un corto tiempo.

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