La germinación es un momento crucial en el cultivo de marihuana, pues es cuando la vida se abre camino a través de la pequeña semilla. Pero, ¡la batalla apenas comienza! Una vez que la plántula emerge, no puedes quedarte de brazos cruzados. La etapa de crecimiento inicial demanda cuidados especiales para asegurar un desarrollo sano y vigoroso.
El riego, la nutrición, la iluminación, la temperatura y la humedad son factores esenciales que debes controlar para evitar que tu planta se debilite y sea víctima de enfermedades. Si la descuidas en esta fase, su crecimiento será lento, su desarrollo vulnerable y, en el peor de los casos, podría morir.
En este artículo, te guiaremos paso a paso para que consigas un cultivo próspero y una cosecha abundante.
Cuidados iniciales post germinación, pasos a seguir
Es necesario impartir algunos cuidados después de germinar semillas de marihuana, de este modo garantizas que las plantas crezcan sanas y vigorosas.
Los cuidados iniciales post germinación incluyen proporcionar las condiciones adecuadas de luz, humedad, temperatura y nutrientes. De igual manera, es de gran relevancia proteger las plántulas de posibles enfermedades y plagas.
Esta fase parece muy complicada, pero realmente no lo es. Si sigues unos sencillos pasos podrás obtener una cosecha abundante y de alta calidad.
Paso 1: Riego y nutrición tras la germinación
Las plántulas de marihuana necesitan un riego regular y preciso para crecer fuertes y sanas. Un riego inadecuado puede causar problemas como el marchitamiento, el amarillento de las hojas, la pudrición de las raíces y, en casos extremos, la muerte de la planta.
Por otra parte, las plántulas de marihuana necesitan nutrientes para crecer y desarrollarse correctamente. Una dieta equilibrada proporcionará los elementos esenciales para un crecimiento sano y vigoroso. Te daremos consejos relacionados con estos dos puntos.
Riego
Te ahorrarás muchos problemas relacionados con el riesgo si sigues los siguientes consejos:
- Frecuencia del riego. Las plántulas necesitan ser regadas con mayor frecuencia que las plantas adultas. En general, se recomienda regarlas cuando la superficie del sustrato se seca ligeramente al tacto. Con relación a la frecuencia específica, esto dependerá de factores como la temperatura, la humedad y el tipo de sustrato.
- Cantidad de agua. Evita regar en exceso, ya que puedes ahogar las raíces. La cantidad de agua debe ser suficiente para humedecer el sustrato por completo, pero obviamente sin encharcarlo. Un dato clave es regar hasta que el agua drene por los agujeros de la maceta.
- Técnica de riego. Usa agua tibia a temperatura ambiente. Trata de evitar mojar las hojas, ya que esto puede provocar hongos. En su lugar, riega por la base, evitando mojar la parte superior del tallo.
Riesgos de exceso o falta de riego
- Exceso de riego. Las raíces se asfixian y se pudren, lo que puede causar enfermedades y muerte de la planta.
- Falta de riego. Las plantas se marchitan, las hojas se ponen amarillas y se secan, y la planta puede debilitarse y ser más susceptible a las plagas y enfermedades.
Consejos prácticos:
- Usa un sistema de riego por goteo para un control más preciso.
- Verifica la humedad del sustrato con un medidor de humedad.
- Riega por la mañana para que las plantas puedan absorber el agua durante el día.
Nutrición
Así como el sistema de riesgo no debe descuidarse, de igual modo, debes prestar mucha atención a la nutrición. Hay varios tipos de nutrientes y fertilizantes, debes seleccionar cuidadosamente el más adecuado para tus plántulas.
- Tipos de nutrientes. Encuentras macronutrientes; los que la planta necesita en mayor cantidad, entre los que destacan: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Y, micronutrientes; son los que se requieren nen menor cantidad, pero que igualmente son importantes: calcio (Ca), magnesio (Mg), azufre (S), hierro (Fe), manganeso (Mn), cobre (Cu), zinc (Zn), boro (B), molibdeno (Mo) y cloro (Cl).
- Fertilizantes específicos para la etapa de plántula. Hay fertilizantes especiales para la etapa de plántula, que suelen tener una proporción de NPK más alta en nitrógeno para fomentar el crecimiento vegetativo. Algunos ejemplos son BioBizz Grow, Advanced Nutrients Sensi Grow, y Plagron Terra Grow.
- Dosis y frecuencia de aplicación. La dosis dependerá de lo que indique el fabricante. Claro, es mejor empezar con una dosis más baja y aumentar gradualmente si es necesario. En general, se recomienda aplicar el fertilizante una vez a la semana.
Consejos prácticos
- Utiliza un medidor de pH para controlar el pH del agua y del sustrato.
- No sobrefertilices las plantas, ya que puede causar problemas como el amarillento de las hojas y la quema de las raíces.
- Utiliza productos de alta calidad y ecológicos para evitar dañar el medio ambiente y tu salud.
Paso 2: Iluminación adecuada para jóvenes marihuanas
La luz es la fuente de energía que impulsa la fotosíntesis, el proceso por el cual las plantas convierten la luz solar en energía para crecer. Así pues, cuando germinan tus semillas no debes restarle importancia a la iluminación.
Importancia de la luz
- Fotosíntesis. La luz es esencial para la fotosíntesis, que es el proceso por el cual las plantas producen su propio alimento.
- Crecimiento y desarrollo. La luz afecta directamente el crecimiento y desarrollo de las plantas, incluyendo la altura, el grosor del tallo, el tamaño de las hojas y la producción de flores.
- Producción de cannabinoides. La luz también influye en la producción de cannabinoides como el THC y el CBD.
Tipos de iluminación: natural vs artificial
La luz solar es la mejor fuente de luz para las plantas de marihuana, porque proporciona el espectro completo de luz que necesitan. Sin embargo, no siempre es posible cultivar al aire libre, especialmente en climas fríos o con poca luz solar. A este respecto, conviene usar la luz artificial.
Luz artificial
Hay diferentes tipos de luces artificiales disponibles para cultivar marihuana en interiores, incluyendo:
- Fluorescentes. Son más económicas que las luces LED, pero no son tan eficientes.
- LED. Son las luces más eficientes y emiten menos calor, lo que las hace ideales para cultivar en espacios reducidos.
- HID. Tienen una gran intensidad, pero generan mucho calor y requieren una ventilación adecuada.
Cantidad de horas diarias
Las plantas de marihuana necesitan entre 18 y 24 horas de luz al día durante la etapa de crecimiento vegetativo.
Durante la etapa de floración, la cantidad de horas de luz se reduce a 12 horas para estimular la producción de flores.
Elegir la mejor opción para la etapa de plántula
Las plántulas son muy sensibles a la luz intensa, por lo que es importante proporcionarles una luz suave y difusa.
Las luces fluorescentes o los LEDS de bajo vataje son las mejores opciones para la etapa de plántula. No coloques las plántulas directamente debajo de las luces, debido a que esto puede quemarlas.
Consejos para ajustar la iluminación
Te ofrecemos algunas recomendaciones para que no falles al decidir qué tipo de iluminación aplicar. Recuerda que cuidar la luz es un paso básico y esencial en la germinación de las semillas de marihuana.
- Mantén la distancia entre la luz y las plántulas entre 15 y 20 cm durante la etapa de plántula.
- Aumenta gradualmente la intensidad de la luz a medida que las plántulas crecen.
- Asegura una distribución uniforme de la luz en todas las plantas.
- Usa un temporizador para controlar el ciclo de luz y oscuridad.
Paso 3: Temperatura y Humedad
El paso tres encierra dos cosas vitales; la temperatura y la humedad correcta. Un ambiente adecuado asegura un crecimiento vigoroso, previene enfermedades y reduce el estrés en las plantas, de ahí su gran importancia.
Importancia de la temperatura y la humedad
¿Aún dudas de que estos factores sean realmente importantes? Bueno, como estamos dándote una guía completa, nos sentimos en la responsabilidad de señalarte cuánta importancia tienen estos dos factores.
- Crecimiento y desarrollo. La temperatura y la humedad afectan directamente la tasa de crecimiento, la absorción de nutrientes y la capacidad de las plantas para realizar la fotosíntesis.
- Salud de las plantas. Un mal cuidado de estos dos factores pueden aumentar el riesgo de enfermedades como hongos, moho y plagas.
- Estrés. Las fluctuaciones extremas de temperatura y humedad pueden causar estrés en las plantas, lo que afecta su crecimiento y desarrollo. Esto puede afectar incluso a las semillas feminizadas, llevando a que surjan plantas hermafroditas o incluso machos.
Temperatura y humedad ideal
La temperatura ideal para las plántulas de marihuana es entre 21 °C y 27 °C durante el día. Durante la noche, puede bajar a 18 °C-21 °C.
Con relación a la humedad, es entre 60% y 70%. Cabe destacar que, si la humedad es muy baja, puede causar que las plantas se deshidraten y se marchiten. Al mismo tiempo, si es muy alta, puede provocar el crecimiento de hongos y moho.
Consejos para controlar la temperatura y la humedad
Ajustar la temperatura y humedad es una habilidad que se aprende con la experiencia, pero no te preocupes que desde 420GrowShop te enseñamos las claves para que tengas éxito, aun cuando eres cultivador principiante:
- Ventilación. Usa ventiladores para circular el aire y evitar la acumulación de humedad.
- Calefacción. En climas fríos, es necesario usar un sistema de calefacción para mantener una temperatura óptima.
- Humidificador. En climas secos, un humidificador puede ayudar a aumentar la humedad.
- Termómetro e higrómetro. Usa un termómetro e higrómetro para monitorear la temperatura y la humedad del ambiente.
En ocasiones hay que hacer algunos ajustes para adaptarlo a las necesidades, acá te damos algunos tips:
- Temperatura alta. Puedes usar un ventilador o un sistema de aire acondicionado para enfriar el ambiente.
- Temperatura baja. Usa un calentador para aumentar la temperatura.
- Humedad alta. Si la humedad es demasiado alta, puedes usar un deshumidificador o aumentar la ventilación.
- Humedad baja. Puedes hacer uso de un humidificador o colocar un recipiente con agua cerca de las plantas.
Paso 4: Prevención de enfermedades en plantas jóvenes
Las plántulas de marihuana son aún muy pequeñas, por lo que es común que sean víctimas de enfermedades o plagas. En tal sentido, es esencial que prevengas este mal desde el mismo inicio. Estas son las enfermedades más comunes:
- Moho. Aparece como una capa de polvo gris o blanco en las hojas. Previene su aparición con una buena ventilación y evitando el exceso de humedad.
- Oídio. Se caracteriza por manchas blancas pulverulentas en las hojas. Usa fungicidas ecológicos a base de azufre o bicarbonato de sodio para controlarlo.
- Fusarium. Un hongo que afecta las raíces y provoca marchitamiento. Previene su aparición con un sustrato de calidad y una buena ventilación.
- Roya. Se identifica por manchas marrones en el envés de las hojas. Utiliza fungicidas ecológicos a base de cobre para combatirla.
No puedes olvidarte de las plagas, ya que causan muchas enfermedades a tus pequeñas plantas. Si aprendes a detectar el tipo de plaga que afecta a tus plántulas, podrás dar un tratamiento adecuado. Claro, también puedes tomar medidas para prevenir la aparición de las mismas:
- Araña roja. Se identifica por pequeñas telarañas en las hojas y puntos amarillos. Previene su aparición manteniendo una humedad adecuada y usando un jabón insecticida ecológico.
- Pulgones. Se alimentan de la savia de las plantas, deformando las hojas y debilitando la planta. Usa jabón insecticida o aceite de neem para combatirlos.
- Moscas blancas. Se identifican por sus pequeñas alas blancas y sus larvas que se adhieren al envés de las hojas. Utiliza trampas adhesivas amarillas para capturarlas y jabón insecticida ecológico para eliminarlas.
- Trips. Son insectos pequeños que dejan manchas plateadas en las hojas. Puedes hacerle frente si usas trampas adhesivas azules para capturarlos y aceite de neem para controlarlos.
Métodos de control ecológico
Puedes prevenir las plagas y enfermedades llevando un control con productos ecológicos, acá te presentamos los mejores:
- Jabón insecticida. Es eficaz contra una gran variedad de plagas y no daña las plantas ni el medio ambiente.
- Aceite de neem. Es un insecticida natural que controla las plagas y también actúa como fungicida.
- Insecticidas botánicos. Hay una gran variedad de insecticidas botánicos disponibles, como la piretrina y la rotenona.
- Trampas adhesivas. Son efectivas para capturar insectos voladores como las moscas blancas y los trips.
- Fungicidas ecológicos. Productos a base de azufre, cobre o bicarbonato de sodio ayudan a controlar enfermedades fúngicas.
Clave para prevenir enfermedades en tus plántulas: Mantener un ambiente limpio
No puedes controlar todos los factores del cultivo, pero puedes disminuir en gran medida la incidencia de enfermedades durante la fase de germinación si implementas buenas medidas de higiene:
- Limpieza. Limpia las herramientas y los espacios de cultivo regularmente para evitar la propagación de enfermedades.
- Ventilación. Asegura una buena ventilación para evitar la acumulación de humedad y el desarrollo de hongos.
- Sustrato de calidad. Usa un sustrato de calidad que drene bien el agua y no retenga demasiada humedad.
- Control del riego. Riega las plantas solo cuando sea necesario y evita el exceso de humedad.
Paso 5: Trasplante de plántulas de marihuana
El trasplante permite que las plantas se desarrollen plenamente en un espacio más amplio con mayor cantidad de nutrientes. Entonces, después de la germinación, sigue la fase de crecimiento, por eso es importante trasplantar tus plántulas.
¿Cuándo Trasplantar una Semilla Germinada de Marihuana?
En general, se debe tomar en cuenta si la plántula ha desarrollado al menos un centímetro o un par de centímetros de radícula. Claro, no solo es cuestión del tamaño, hay varios factores que debes considerar para tomar la decisión del trasplante. Acá te los contamos:
- Tamaño de la plántula. Es el momento de trasplantar cuando las raíces han llenado el contenedor actual o cuando la planta muestra signos de estar enraizada.
- Número de hojas. Están listas para trasplantar cuando tienen 4-6 hojas verdaderas.
- Altura. Una altura aproximada de 10-15 cm suele indicar que la planta está lista para un contenedor más grande.
Cuidados especiales durante el trasplante
Debes proporcionar a tus plantas algunos cuidados a fin de garantizar que logren un buen desarrollo en esta siguiente etapa:
- Riego. Riega abundantemente las plántulas antes y después del trasplante para mantenerlas hidratadas.
- Nutrición. Utiliza un fertilizante de inicio o un fertilizante suave para estimular el crecimiento de las raíces.
- Manipulación cuidadosa. Maneja las plántulas con cuidado para evitar dañar las raíces.
Consejos para evitar el estrés
El estrés puede dañar todo el trabajo y dedicación que le has puesto a tus cultivos. Por ese motivo, toma en consideración los siguientes puntos:
- Acondicionamiento previo. Unos días antes del trasplante, reduce la cantidad de agua que le das a la planta para que las raíces se sequen ligeramente.
- Evitar la luz solar directa. Mantén la planta en un lugar sombreado durante los primeros días después del trasplante.
- Riego moderado. Riega con moderación durante los primeros días después del trasplante para evitar el exceso de humedad.
- Profundidad del trasplante. Planta la plántula a la misma profundidad que estaba en el contenedor anterior.
- Sujeción. Si es necesario, puedes sujetar el tallo con una cuerda o una estaca para que la planta se mantenga erguida.
¿Qué hacer después de que germine una semilla?
Esta es la pregunta central de este artículo, y la respuesta directa es que una vez que la semilla ha germinado, debes pasar a la fase de crecimiento.
Claro, te hemos señalado paso a paso los cuidados especiales que debes implementar para que el cambio de una etapa a otra no afecte tus cultivos. Pero, te resumiremos que debes hacer una vez germinen tus semillas de marihuana:
- Prepara el entorno adecuado. Elige un sustrato rico en nutrientes que sea adecuado para la fase de crecimiento. Puedes usar tierra preparada para macetas o crear tu propia mezcla.
- Trasplante. Decide si tus plántulas vivirán en macetas pequeñas o directamente en las definitivas, dependiendo del espacio disponible y del tamaño que alcanzará tu planta. Hazlo con cuidado, siembra a una profundidad adecuada (entre 1 y 2 cm).
- Iluminación adecuada. Asegúrate de que tus plantas reciban la cantidad de luz necesaria. Si es posible, utiliza luz natural. Si cultivas en interior, necesitarás una fuente de luz artificial.
- Riego regular. Mantén el sustrato húmedo, pero no encharcado. El riego es esencial, pero un exceso de agua puede ser perjudicial.
- Prevención de enfermedades y nutrientes esenciales. A medida que tu planta crece, necesitará nutrientes adicionales. Puedes usar fertilizantes orgánicos o químicos, siempre siguiendo las indicaciones del fabricante. Conoce las características de las plagas y enfermedades y toma medidas frente a ellas.
No cabe duda de que la germinación de tus semillas de marihuana es una buena noticia, pero para que tus cultivos sigan desarrollándose fuertes y vigorosos, debes cuidar que el proceso de trasplante sea cuidadoso. Si sigues estos pasos y tomas en cuenta todos los tips y recomendaciones que hemos compartido, de seguro cosecharás cogollos abundantes.